amas a tu plantas interior ¿Y quieres mantenerlos en buen estado durante mucho tiempo? Para ello, es necesario adoptar unos reflejos de mantenimiento sencillos pero necesarios. Ya sea por la exposición de tu planta a la luz, la temperatura de la habitación en la que se encuentra, el riego regular…
Cada detalle cuenta y nada debe dejarse al azar para que pueda desarrollarse y mantenerse saludable.
En cuanto al riego, puedes consultar nuestro artículo sobre este tema. Cómo regar adecuadamente tus plantas de interior, el cual te detallará todos los consejos a aplicar para asegurar el bienestar de tus plantas. Aquí nos vamos a centrar en una cuestión fundamental relativa al riego y para la que seguramente habrás escuchado respuestas contradictorias. ¿Debes o no dejar el agua en el platillo después de regar tu planta?
¡La respuesta es no! E incluso es la mejor manera de ahogar tu planta.
De hecho, las raíces nunca deben estar en contacto con el agua y, contrariamente a la creencia popular, no pueden beber agua estancada sin cesar y son muy frágiles. Así que tómate el tiempo para vaciar el agua del platillo de tu planta después de cada riego.
En pocas palabras, cuando ves agua en el platillo después de regar tu planta, en realidad significa que ha bebido lo suficiente.
En verano, si hace mucho calor y seco, siempre puedes dejar que el agua se estanque en el platillo durante unos treinta minutos después de regar tu planta. Pero pasado este tiempo, asegúrate de quitar el exceso de agua del platillo para evitar que las raíces se pudran.
Tenga en cuenta que la mayoría de las plantas no toleran un suelo permanentemente húmedo. ¡Un platillo vacío de agua después del riego es, por lo tanto, una forma confiable de mantener su planta saludable!