Para cuidar tus suculentas o plantas suculentas, nada podría ser más sencillo siempre que comprendas sus necesidades y sigas algunas instrucciones.
Ideales para principiantes o olvidadizos, las suculentas son muy poco exigentes en cuanto a agua y luz y requieren poco mantenimiento. En definitiva, perfecta para principiantes porque sus hojas carnosas constituyen una auténtica reserva de agua que la planta aprovechará según las necesidades. Así que no te preocupes si te olvidas de regar.
Originarias del hemisferio sur, aprecian el calor, tienen bajos requerimientos de agua y requieren un sustrato ligero y con buen drenaje, compuesto la mitad de arena y tierra para macetas para plantas verdes. También puedes aclarar el suelo con perlita, roca volcánica o grava fina.
En verano, desde primavera hasta finales de verano, es preferible la exposición exterior al sol o a la sombra parcial, sabiendo que la sombra también les conviene. Tenga cuidado de aclimatarlas suavemente a los rayos del sol, aumentando gradualmente el tiempo de exposición cada día, de lo contrario el sol corre el riesgo de quemar las hojas y aparecerán manchas marrones irremediables.
A la hora de regar nada podría ser más sencillo, deja que la naturaleza haga lo suyo. El mal tiempo cubrirá sus necesidades de agua, a excepción de los períodos calurosos, cuando las suculentas agradecerán una adición única. En otoño e invierno tienes a tu disposición tres posibilidades. Con sus hojas llenas de agua, las suculentas son propensas a las heladas y pueden sufrir heladas en una sola noche. Por lo tanto, se deben tomar algunas precauciones :
- – O los llevas al interior cuando llega la primera helada y los riegas moderadamente sólo una vez al mes, dejando que se escurra el exceso de agua.
- – O los dejas afuera “secos”, es decir protegidos de las inclemencias del tiempo y cubiertos con una manta de invierno todo el invierno.
- – O las guardas en una habitación libre de heladas, sin regar hasta la próxima primavera, cuando las volverás a sacar afuera para disfrutar del sol y las lluvias primaverales para un suave despertar.
Finalmente, si tienes la más mínima duda, sólo ten en cuenta que “ los cactus prefieren ser olvidados que regados en exceso.